Un año más, nuestra Cofradía ha participado activamente en los actos principales de las fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen del Pilar.

Al mediodía del 12 de un caluroso 12 de octubre, el nutrido grupo de cofrades, familiares y amigos, llevaría una canastilla de flores a la “Patrona de la Hispanidad” junto a cientos de flores que reflejaban fielmente el amor que profesamos a nuestra Madre celestial.

Al día siguiente, en otra espléndida tarde, volvimos a participar en la procesión que organiza nuestra “Cofradía madre”, la que nos vio nacer, enorgulleciéndonos por ello: la Real Cofradía del Santísimo Rosario de Nuestra Señora del Pilar. Una ráfaga de luz y color inundaría nuevamente las repletas calles de nuestra ciudad y el bullicio intrínseco de estos días de fiesta dio paso por unas horas al silencio, al respeto y al recogimiento.

Y, en estos tiempos difíciles que vivimos, miles de personas volvieron a rezar públicamente el Rosario proclamando que verdaderamente tenemos una causa para alegría, un motivo que no es otro, como señalan las Letanías, que la Madre del Redentor que con su compasión siempre nos ampara siendo el pilar que sustenta nuestra fe.

Fotografías cedidas a la Cofradía para su publicación por David Beneded Blázquez.